Educación Financiera para Todos
Dos pilares fundamentales
AHORRAR
Ahorrar consiste en guardar "poder de compra" para ser usado en el futuro. Es importante porque nos permite atenuar las incertidumbres de nuestra vida. Desde un gasto inesperado (se rompió la lavadora) a cosas que, siendo previsibles, necesitan financiación (gastos de estudios de un hijo, jubilación...). Ahorrar es usar una de las características del dinero: servir como almacén de valor. Es como "comprar tranquilidad" renunciando a consumir hoy para tener una vida mejor en el futuro.
INVERTIR
Invertir es importante porque el dinero habitual no es un almacén de valor perfecto. La inflación hace que el dinero ahorrado vaya perdiendo valor con el paso del tiempo. Hasta hace poco era posible conservar el valor por medio de depósitos en bancos. Desgraciadamente, hoy en día, dichos depósitos no cubren ni siquiera la inflación. Por lo tanto, se hace necesario invertir en otros activos generadores de riqueza que permitan hacer frente a la inflación como los bonos, las acciones, los inmuebles, el oro... Lo que los impasibles llamamos "activos deseables".
La hoja de ruta del buen inversor
Sanear tus finanzas
Para ahorrar e invertir hay que tener unas finanzas saludables. Gastar menos de lo que se ingresa, no endeudarse, no incurrir en gastos prescindibles que poco a poco se acumulan... El objetivo es ser capaces de apartar un superávit de dinero que no gastamos y acumularlo como ahorro.
Crear un colchón de seguridad
Antes de invertir hay que construir un fondo de seguridad para afrontar imprevistos en el corto plazo. La cantidad que debemos tener en el colchón es una cuestión personal, ya que depende de lo seguros que sean nuestros ingresos, nuestra red personal de seguridad, etc. Hay que aceptar que esa parte del patrimonio este expuesta a la inflación.
Invertir con vocación de largo plazo
Con unas finanzas saneadas y un colchón de seguridad es el momento de invertir. La inversión siempre ha de plantearse a largo plazo. Es recomendable tener un horizonte de al menos cinco años, incluso mejor diez. El largo plazo disminuye la probabilidad de tener perdidas.
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Te recomendamos que tengas en cuenta...
Ordena tus finanzas y controla tus gastos siempre. Ten claro el limite de "lo que te puedes permitir"
Págate a ti mismo primero (preahorro) y vive con el resto
Construye un fondo de emergencia y cuando lo tengas empieza a invertir. Si gastas parte del colchón, rellénalo antes de volver a invertir
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Es imprescindible que tus inversiones te permitan dormir bien por la noche
Históricamente, la mejor inversión a largo plazo son las acciones de empresas
Si no conoces bien un producto de inversión, no lo compres. Fórmate, aprende y te sentirás mas a gusto con tus inversiones
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"Invertir debería ser más como ver la pintura secarse o ver crecer la hierba. Si desea emoción, tome $800 y vaya a Las Vegas"
Paul Samuelson
Los "5 mandamientos" del buen inversor
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Como mínimo, la inversión debe apuntar a igualar la inflación. Si puede ser, lo ideal siempre es obtener algo más.
El interés compuesto convierte el tiempo en dinero. Por eso, lo ideal es empezar pronto.
Invertir a largo plazo minimiza la probabilidad de perder.
Como lee el dicho: no hay que poner todos los huevos en la misma cesta.
Ahorra e invierte de manera periódica y con una estrategia objetiva.