La revolución impasible.
Estimado impasible:
No se cumple ni un mes de la aprobación del fondo Impassive Wealth FI y ya ha superado el capital mínimo requerido para dentro de 6 meses. Como decía Juanma en Twitter hace unos días ¡tres millones de gracias!. Con un agradecimiento por cada Euro invertido por cada uno de vosotros.
Pero esta carta abierta no tiene por objetivo hablar de dinero, que ya habrá tiempo para ello. Queremos utilizarla para hablar de nuestros principios y valores. Y nada mejor que repasar la historia para entender que nos ha traído a donde nos encontramos ahora. Evitaremos dar fechas para no oscurecer lo esencial, que son los “eventos” relevantes hasta hoy.
Impassive Wealth no habría llegado a nacer de no ser por una serie de felices casualidades. La primera es lógicamente el gran esfuerzo de estudio y análisis realizado por Juanma durante varios años sobre cómo invertir de forma eficaz y con bajos costes y aplicarlo de forma práctica a sus ahorros. Trabajo imprescindible pero de ningún modo suficiente para llegar donde hemos llegado. El impasible número cero convenció a Juanma de que lo que había inventado tenía mucho valor y que por lo tanto debería pensar en cobrar por ello. Sin esa idea crucial es imposible mantener la dedicación sin ingresos a algo tan beneficioso.
La siguiente feliz casualidad fue la decisión de asociarnos. Surgió espontáneamente y de forma simultánea por ambas partes. Desde entonces hemos trabajado juntos con mucha armonía y complementariedad. Lo que no se le da bien a uno o no le gusta lo hace el otro de buena gana. Hacemos un buen equipo. Trabajamos muy a gusto, la verdad. Y creemos que se nota. Hemos quitado de nuestra relación lo más tóxico de todo: la recriminación.
Desde que empezamos con esto hemos tenido (entre los dos y con ayuda de terceros) tres niños. Hijos y nietos que han empezado a invertir desde su nacimiento. No nos importa que nos llamen exagerados. Algún día los chavales tendrán unos ahorrillos para el primer coche, la entrada del piso o una buena educación. El mejor momento para invertir es “lo antes posible”.
La historia posterior de Impassive Wealth ya fue una consecuencia natural de los eventos anteriores. Creación de una empresa, creación de un Club de Inversión y creación, por fin, del fondo de inversión gestionado por Juanma en Esfera Capital. Los miembros del Club de Inversión merecen el tratamiento de Impasibles Históricos. Muchos de ellos han apoyado el proyecto como propio de forma desinteresada. No nos cansamos de darles las gracias.
Extenderemos la consideración de impasible a todo aquel que quiera sumarse. Queremos crear una revolución impasible que se extienda de forma viral. Lo de viral dio lugar, por cierto, a lo del “impasible cero”, al denominarse en medicina “paciente cero” al primer caso reconocido en una epidemia. Nuestra revolución no quiere ser violenta. Queremos que la gente se “infecte” voluntariamente ya que el virus es beneficioso para la salud financiera y mental de los pacientes.
Repasando nuestra historia se me vienen a la cabeza nuestros valores. La familia, el respeto, la transparencia, tener prioridades, la paciencia, la fe de que las cosas sucederán. Los impasibles eliminamos las emociones de la inversión y las dedicamos a la vida.
Los Impasibles Históricos siempre tendrán un lugar especial entre nosotros. Pero queremos extender la pertenencia al grupo a todo aquel que quiera hacerlo. De nuevo con respeto al que quiera invertir de otra forma. De nuevo recordando que el método funciona en plazos largos, de diez años o más y en ningún caso inferior a 5 años. El fondo tiene liquidez diaria para vender en cualquier momento para los imprevistos de la vida. Nos referimos a la intención original de invertir.
Decía Groucho Marx “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”. Nosotros no tenemos otros. Seguiremos así. Si dentro de 10, 20, 30 años hemos contribuido a facilitar los objetivos de los impasibles a través de la inversión, podremos decir ¡misión cumplida! Porque también decía Woody Allen que “hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero, pero son todas carísimas”.
Gracias por sumaros a la revolución impasible.
Juan R Cogollos y Juanma Rodriguez.
Carta abierta a los impasibles.