Describo brevísimamente los motivos por los que me gusta ser un inversor privado:
- Es una forma de ser económicamente independiente.
- Mitiga la incertidumbre hacia el futuro.
- Hará mi vida y la de las personas a las que quiero más placentera y/o menos dolorosa.
- Lo que se tiene no hay que pedirlo.
- No sé la respuesta a muchas preguntas (ej. ¿son sostenibles las pensiones públicas?) pero incrementar mis recursos será bueno sean cuales sean las respuestas.
- Me molesta que mi dinero pierda poder adquisitivo.
- Me gusta la posibilidad de ser socio de grandes hombres de negocios que poseen muchas virtudes de las que yo carezco.
- Se puede hacer con éxito usando el sentido común.
- Es un reto intelectual.
- Ayuda a ejercitar la paciencia.
- Me hace libre y responsable de mis actos.
- Puedo hacerlo yo sólo, sin imposiciones de terceros.
- Me ayuda a probar mi valía cuando acierto y a reflexionar sobre mis carencias cuando fallo.
- Me enseña cosas sobre el mundo real.
- Aprovecho los vientos a favor: crecimiento inexorable de la economía y capitalización compuesta.
- Evito los vientos en contra: gastos, sesgos psicológicos, impuestos.
- Me ayuda a valorar el recurso más escaso: el tiempo.
Recordad.
- El mejor momento para empezar a ahorrar e invertir es… ¡AHORA!
- Es más fácil de lo que parece. Lo iremos demostrando.
- O se hace a largo plazo, o no funciona salvo que tengamos mucha suerte.