Del cuaderno.
27 de abril de 2023.
Me preocupa el deterioro en tiempos recientes de los medios de comunicación de masas. Es un fenómeno mundial. La inmensa mayoría de las “noticias” publicadas son incorrectas, tendenciosas, sesgadas o todas las anteriores.
Si los medios tradicionales no publican con independencia perdemos uno de los pilares fundamentales de la división de poderes. No digo informar con objetividad, sino con independencia dentro de una variedad de líneas editoriales. Los medios son hoy en día una masa uniforme de corrección política muy posiblemente al servicio del poder. No estimulan el debate constructivo necesario en una sociedad libre.
Solía publicar el profesor Rodriguez Braun unos artículos breves titulados “La tontería económica de la semana”. Ignoro si los sigue publicando pero hoy en día lo tendría facilísimo para hacer “la noticia tonta del día”. Una publicación diaria y no semanal con todo tipo de dislates de todas las publicaciones, incluidas las más “prestigiosas”.
Profundizando.
Ya lo dice el refranero: dime de qué presumes y te diré de que careces. Se nos llena la boca con la palabra democracia y no nos damos cuenta del peligro que corre si no existe una prensa realmente independiente. Se dice, acertadamente, que la empresa es el cuarto poder, siendo los tres primeros el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
El caso es que controlar esos poderes, y los medios en particular, proporciona una vía muy efectiva de manipulación social. Hemos llegado a un punto donde no es necesaria la censura porque los medios se censuran solos. Nadie suele morder la mano que le da de comer y por tanto la prensa tradicional vende su independencia, por ejemplo, a sus anunciantes. Tanto la publicidad institucional como la de entidades poderosas como los bancos amordazan al periodista.
Todo esto no me lo estoy inventando. Los dicen algunos periodistas realmente vocacionales que no se venden. Estas personas admirables han trabajado en medios clásicos y conocen a la bestia de primera mano. En general el periodista independiente termina trabajando en un medio alternativo, teniendo un blog o lanzando un podcast.
Y esto es lo maravilloso de internet, que permite ser periodista a cualquiera. Las redes sociales han dado voz a todos. Con todo, dado que el sistema quiere controlarnos, la censura se ha extendido también a estos ámbitos. Es común que artículos y videos públicos se censuren o se desmoneticen con excusas un tanto peregrinas como las noticias falsas (fake news) o el discurso del odio. ¿Quién determina si una noticia es falsa? Si expresas una opinión eso es verdadero casi por definición. Es lo que tú opinas. Que puedas estar equivocado es otro tema.
A todo esto, puesto que los poderes no son independientes, se le da una cobertura legal a la “censura”. Lo cual ya hace que los cuatro poderes obedezcan a los mismos intereses. Se censura al disidente, bajo una ley injusta que un juez no tiene otra opción que aplicar. No olvidemos que el ejecutivo es elegido por el legislativo y llama por teléfono al judicial.
La verdad es un concepto escurridizo. Yo creo que existe, pero es difícil de determinar de forma objetiva e indiscutible. Por eso es difícil que un periodista sea objetivo, pero es facilísimo que sea independiente. Es a lo que podemos aspirar, a un contraste de informaciones y opiniones de las que podamos aprender todos si queremos. Pero al poderoso no le interesa debatir, le interesa imponer.
Como me gusta decir a mí: leed menos prensa y más libros. Extiendo lo de prensa a la televisión y la radio.
Relación con el ahorro y la inversión.
¿Qué le interesa al poder que tanto influye en los medios? Digo influye como podía haber dicho controla. Pues lo que le interesa a todos los poderosos. Seguir en el poder y que la ciudadanía no dé mucho la lata. Nos quieren sumisos y a ser posible pobres y dependientes. Dependientes de ellos, naturalmente.
Como la prosperidad da libertad e independencia, al sistema no le interesa informarnos de cómo lograrla, que en buena medida es a través del ahorro y la inversión.
Por eso los contenidos de educación financiera son escasos. Ya partiendo de la escuela dónde no se enseña ni lo más elemental sobre el manejo de las finanzas personales. Los medios se unen a esa tendencia deliberada a la sumisión de la población. Cuentan lo que interesa al poderoso. Manipulan mezclando temas políticos, económicos y financieros. Nos hacen mirar para otro lado.
Por poner un ejemplo, siempre que hay inflación se culpa a potencias extranjeras, a los intermediarios o directamente a circunstancias fuera del control de nuestros gobiernos benefactores. En realidad la mayoría de los aumentos de precios procede de la emisión descontrolada de dinero, en buena parte para financiar los números rojos de los estados. O sea, en términos más simples, para financiar el despilfarro de los políticos.
Decía un profesor mío de microeconomía que esta era la ciencia más bonita porque en su centro está el ser humano. Muy cierto. De hecho uno de los clásicos al respecto se titula La Acción Humana. Aprended economía. Es de lo que más puede mejorar vuestra vida. Os abrirá mucho los ojos para el ahorro y la inversión que conducen casi inevitablemente a la prosperidad.
Y además de libros seguid canales y podcasts que merezcan la pena, que haberlos los hay.
Reflexión improvisada en audio: https://youtu.be/ewvM0St1EEw
Conócete. Si quieres probar el coaching (financiero o de vida) escribe a: juan@entoscoaching.com.