Del cuaderno.
9 de mayo de 2023.
Importantísimo no confundirlos, aunque sea muy difícil en sistemas muy complejos. Es preocupante cómo la medicina, por poner un ejemplo, se dedica a tratar cosas como la fiebre o el dolor (efectos) prestando a veces poca o ninguna atención a las causas.
Lo mismo en economía, cuando por ejemplo se limitan los precios para controlar la inflación (efecto) sin prestar mucha atención a la cantidad de dinero en circulación (la causa).
En este campo me resultan de especial interés los efectos inesperados de una medida (cría de cobras para cobrar recompensas) o los incentivos perversos. Medidas que parecen justas y razonables pero crean efectos indeseados.
Profundizando.
En el mundo moderno, con miles de millones de humanos, los sistemas sociales son cada vez más complejos e impredecibles. Hasta el punto de que distinguir causas y efectos resulta a menudo muy complicado. Hay efectos que son a su vez causas y realimentan el sistema. El caso es que nuestro sistema de pensamiento lineal, que es como nuestro cerebro se siente a gusto, nos hace no ver o ignorar estos efectos de segundo orden. Los ejemplos de efectos no previstos de una intervención son innumerables.
Dado que escribí en el cuaderno lo de las cobras, me veo obligado a explicar la historia. Seré breve. Se dice que en Delhi, India, hubo en cierto momento una infestación de cobras. Las cobras son serpientes muy venenosas y eran por lo tanto un problema. ¿Cuál era la causa de tanta cobra? Posiblemente no se llegó ni a investigar, prefiriendo curar el efecto. Las autoridades coloniales ofrecieron una recompensa por cada cobra muerta que se entregase. La medida hizo que un cuerpo de cobra muerta adquiriese un valor económico que antes no tenía. Con lo cual muchos amables ciudadanos se dedicaron a criar estos animalitos para cobrar las recompensas.
Creo que con lo anterior es fácil ver qué efecto real tuvo la feliz idea de los gobernantes. También es sencillo imaginarse qué pasó cuando la medida se retiró. Si. Todas esas cobras de granja perdieron su valor y ya no era rentable tenerlas en cautividad. A ver, que la gente es como es. Podían haberlas matado, pero soltarlas vivas era más sencillo.
En ocasiones no es que se confundan causas y efectos, o que se traten los efectos y no las causas. En ocasiones simplemente se hace algo y se ignoran los efectos. Ignorar las consecuencias de una acción es un comportamiento infantil muy típico, que a veces se manifiesta en adultos. Incluso en adultos supuestamente inteligentes. Puede que os suene el mar de Aral. Se trata de un lago salado que había en la Unión Soviética. Los soviéticos usaron cantidades masivas de agua de dos ríos que desembocaban en él para cultivar algodón a lo grande. La zona se conoce hoy en día como el desierto de Aralkum. Sí. En efecto. Lograron casi secar uno de los lagos más grandes del mundo. Produjeron mucho algodón, eso sí, pero supongo que esto no consuela mucho a los pescadores de la región. Cuando se habla de ganadores y perdedores se habla de cosas de este estilo.
Este desastre natural causado por el hombre, pone de manifiesto otro de nuestros sesgos. El de ser recalcitrantes en el error. Típico de la política, entorno en el que está mal visto cambiar de opinión. Que digo yo que el lago no se secó en un día y que bien podían haber reconsiderado el asunto a la vista de los efectos. También merecería el caso ser ejemplo de no rectificar por costes hundidos o por perseguir ciegamente las ganancias económicas a costa de lo que sea.
Pero estos últimos temas podrían ser objeto de varias reflexiones. O de irnos demasiado por las ramas. Estas reflexiones son por naturaleza desordenadas (entre ellas), pero no quiero que se conviertan en “embarulladas”.
Relación con el ahorro y la inversión.
Repito hasta la saciedad que no tiene sentido ahorrar y no invertir, porque la inflación se come el valor de los ahorros. ¿Y qué causa la inflación? La abundancia de dinero. La gente no me cree cuando digo que el dinero moderno se crea de la nada, pero es así. Y la creación de la nada de mucho dinero, causante principal de la inflación, tiene mucho que ver con esto de las causas y los efectos.
Cuando un gobierno anda corto de dinero para lo que gasta, en vez de analizar la causa (demasiado gasto por lo general) prefiere “curar” el efecto. Controlar el gasto es desagradable e impopular, mientras que emitir deuda y generar dinero “nuevo” es como más sencillo. A ver, que hay que ganar las próximas elecciones y la palabra “recorte” no es la más indicada. Crear dinero (por este u otros mecanismos) también estimula la economía artificialmente en el corto plazo. Y la propia inflación es un incentivo a gastar hoy antes de que los precios suban. O sea, todos los incentivos son a que la inflación sea endémica y persistente.
Lo anterior es un ejemplo concreto que traigo a colación por ser importantísimo. En términos más generales es evidente que la economía y la inversión están íntimamente relacionadas. Invertir es comprar activos con valor, con la esperanza de sacar un rendimiento futuro. Dicho valor y los rendimientos asociados dependen de la evolución económica de los países y del mundo en general. Fácil de entender ¿no?
Pero claro, la economía es un sistema complejo. Una economía con comercio internacional mucho más. La cantidad de factores que dan precio a cada materia prima son innumerables. Luego esas materias primas se combinan de mil formas para generar productos, en una maraña de relaciones comerciales. Complejo se queda corto para describir el sistema y cómo afecta a la inversión.
Invertir en base a predicciones de corto plazo es, para mí, un juego perdedor. Aquí tienen mucho que decir los análisis de causas y efectos. Si algo sucede ¿Qué efecto tendrá? Difícil de saber. Aparte de que el mismo razonamiento que pueda hacer yo lo harán posiblemente otros muchos inversores; y puede que, en tiempo breve, la previsión se incorpore al precio o lo haya hecho ya.
Vamos, que no es fácil. Aparte de que el común de los mortales tiene muchas cosas en su vida que posiblemente considere más importantes que estar pendiente de la última crisis en Oriente Próximo para ver qué acciones comprar. Por eso, en mi opinión, la inversión tiene que ser diversificada, a largo plazo y muy tranquila. En el fondo no es tan difícil, pero requiere una cierta fortaleza de carácter.
Reflexión improvisada en audio: https://youtu.be/-nQmXhg8hxc
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