Cerramos el 2016 y es un buen momento para hacer balance.
Nuestro modelo de cartera clásica está formada por una serie de fondos de bajo coste que siguen los siguientes índices:
- MSCI World.
- MSCI World Small Cap.
- MSCI Europe.
- MSCI Pacific ex Japan.
- MSCI Emerging Market.
- REITs (inversión en inmuebles o bienes raíces).
- Oro (a través de mineras).
- Y liquidez (renta fija de corto plazo o monetario).
De este modo formamos una cartera diversificada y equilibrada con una adecuada descorrelación (**).
El backtesting (*) de la cartera en euros se inició en 1998 (año de creación del Euro) con los siguientes porcentajes.
Después de dejar correr el algoritmo durante 17 años la cartera se encuentra con un porcentaje de liquidez parecido al inicial.
No deja de ser una casualidad estadística, el algoritmo impasible gestiona la liquidez de modo dinámico frente al rebalanceo clásico de volver a los porcentajes iniciales una vez al año, por ejemplo si hacemos una foto de la cartera en febrero de 2009 nos encontraríamos con solo un 1% de liquidez.
Nuestra cartera está formada por renta variable y renta fija, y sus competidores naturales son, por tanto, los fondos mixtos de gestión activa.
La evolución de esta cartera gestionada automáticamente por el algoritmo impasible muestra un rendimiento anualizado del 7,3% muy por encima del 3,8% de la media de los fondos mixtos agresivos (fuente: Morningstar) y cercano al 7,7% del mejor fondo mixto en ese periodo, el Bestinver Mixto.
Nos situamos en el periodo 1998-2016 en el top 2 de todos los fondos mixtos contratables en España (más de 1500 fondos).
Esa rentabilidad se ha conseguido estando invertido de media un 60,4% entre diciembre de 1998 y diciembre de 2016. Es decir, con un riesgo muchísimo menor que estando invertidos en bolsa al 100%.
La rentabilidad en el 2016 se sitúa cerca de la media, con un 7,2%, con un 46% de la cartera en liquidez, lo que equivaldría a casi un 13% de rentabilidad de la parte invertida. Se renuncia a rentabilidad respecto a estar totalmente invertidos a cambio de menor riesgo y una posición mucho más ventajosa si se producen (es cuestión de tiempo) caídas fuertes del mercado. En años bajistas se pierde menos que el mercado y se recarga la cartera de activos baratos.
La rentabilidad del modelo cada año desde su inicio es la siguiente:
- 1999: 22,1%
- 2000: -3,6%
- 2001: 1,9%
- 2002: -3,9%
- 2003: 16,5%
- 2004: 9,9%
- 2005: 20,9%
- 2006: 7,5%
- 2007: 1,6%
- 2008: -24,4%
- 2009: 45,4%
- 2010: 18,2%
- 2011: -5,6%
- 2012: 14,2%
- 2013: 6,3%
- 2014: 10,9%
- 2015: 3,9%
- 2016: 7,2%
También nos deberíamos comparar con una gestión pasiva tradicional, que usa el rebalanceo para volver a los porcentajes iniciales, de este modo ya se hace una eficiente gestión al obligarnos a vender los activos que más han subido y comprar los que menos lo han hecho o han bajado. En nuestro caso, para que la comparación tenga sentido, aplicamos a nuestra asignación de activos la estrategia clásica de comprar, mantener y rebalancear una vez al año (buy & hold & rebalanced).
Como se observa en la gráfica, nuestra estrategia mejora en el periodo testado (1998-2016) al rebalanceo clásico antes descrito, que ya de por si es más eficiente que la media de los fondos mixtos agresivos de gestión activa.
(*) Los backtesting consisten en recoger un conjunto de datos históricos y someterlos a la estrategia que estamos tratando de probar a fin de medir su eficacia.
(**) La diversificación alterna los momentos buenos y malos de las distintas inversiones haciendo que el conjunto de la inversión sea más segura y con la gestión de la liquidez controlamos el riesgo del conjunto.